Estimada Soledad,
Recién nombrada defensora del pueblo de España has sorprendido a la
opinión pública con unas declaraciones muy reaccionarias y
filofascistas, que no deberían formar parte del lenguaje normal de la
persona que está al frente de esta importantísima institución.
En Andalucía, los que la conocemos. Los que hemos seguido su
trayectoria – primera mujer Ministra de Adolfo Suarez, alcaldesa de
Sevilla – lo que usted trasladaba a la opinión pública era centrismo y
derecha moderada. Señora Soledad, ¿qué ha cambiado en esta nueva etapa?
¿está usted siguiendo las instrucciones de un presidente del Gobierno
“ultra” como es el señor Rajoy? Vayamos al contenido de lo declarado
sobre el etarra Josu Uribetxeberria Bolinag, enfermo terminal de cáncer
que solicita salir de la cárcel con un Tercer Grado dada su enfermedad
para morir con los suyos en un hospital o en su vivienda. Usted afirmó
en este caso que se debe aplicar la ley, sólo la ley; cumplimiento
extricto de la ley, si ninguna compasión.
El diccionario enciclopédico de la lengua española dice que la
compasión es: “Sentimiento de pena y dolor que se tiene de la desgracia
que padece alguien. Sentimiento de tristeza que se produce al ver
padecer a alguien y que se impulsa a aliviar, remediar o evitar su dolor
o sentimiento”.
Señora defensora del pueblo, en España el reproche general al
terrorismo es general. En todo el mundo repugna el tiro en la nuca, la
extorsión y el secuestro. Y le recuerdo que en España – en su
Constitución está abolida la pena de muerte, la tortura y el trato
denigrante a las personas detenidas.
Su partido combatió el GAL que fue la época de la guerra sucia contra
ETA. Yo como diputado coincidí con su grupo parlamentario contra el
terrorismo de Estado. Esta reflexión nos puede llevar a un
comportamiento de Estado compasivo con un ser humano aunque éste esté
condenado por gravisimos delitos. Es lo que da autoridad politica y
moral a la administración. No se trata de hacer una ofensa a las
víctimas que tienen nuestra solidaridad y comprensión. Se trata
simplemente de aplicar la ley con compasión, para que uno de los
secuestradores de Ortega Lara pueda morir fuera de la cárcel.
La dureza de las declaraciones del Ministro del Interior y de usted
muestran una nueva cara de recortes de libertades y de derechos que
ustedes han inaugurado en esta legislatura.
Señora Soledad, sepa que con la compasión se salva uno mismo, no al
enemigo. A veces en política se arruina una imagen y una trayectoria en
minutos, lo que le ha sucedido a usted en este caso. Por otro lado ha
afirmado con rotundidad desde la atalaya del defensor del pueblo que las
acciones del SAT son un robo con violencia contra las mujeres, por el
incidente menor con la cajera. Aqui se pone en evidencia su nula
sensibilidad social. La gente que pasa hambre en nuestra tierra no
merece esta descalificación. El SAT ha pedido perdón a la cajera que no
sufre ninguna violencia en la recogida de alimentos. También aquí se ha
sobreactuado en esta ofensiva autoritaria en la que el PP está
embarcada.
Un poner. ¿No hubiese sido mas acorde posicionarse con los ciudadanos
y ciudadanas que ustedes tienen el deber de defender, -que son los de a
pie (los poderosos se defienden solos y cuentan con grandes bufetes de
abogados, con las leyes a su favor y medios más que significativos), en
esta inauguración de su mandato llamara la atención sobre el escándalo
de Urdangarín y de la infanta que está pringada hasta las cejas en el
saqueo y el robo, y demás delitos por los que está imputado su marido?
Se podría haber referido a Bankia, denunciando la mala gestión, la
perdida del valor de las acciones, el escandaloso blindaje de los
distintos ejecutivos que han arruinado con su gestión la entidad.
En definitiva, hay distintas formas de empezar, y usted ha dirigido
su principio ideológico por encima de valores como la compasión ante los
derechos humanos.
Quiero recordarle que sus origentes en política están en la
Democracia Cristiana, y a tenor de lo expuesto, desde su fe religiosa
podría hayarse en pecado. En todo caso, en una contradicción interna
insalvable.
Reciba un saludo,
Antonio Romero
Coordinador de la Red de Municipios por la III República
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