Estimad@s compañer@s
Noticias como estas, que casi entran en el plano de lo absurdo, hacen que sintamos una profunda preocupación sobre cómo se utiliza la ley en función del causante del delito.
En este caso, se acusa y condena, a un sindicalista de CCOO por arrojar una bootella de plástico a un policía, mientra ejercía su labor como piquete en la huelga del 29M; la condena, un año de carcel.
Antonio Campón, sindicalista condenado |
Tod@s hemos visto las imagenes de como la policía "dispersaba" convocatorias a golpe de porra y amenazas, utilizando su superioridad para rebajar los humos de los "peligrosos" manifestantes desarmados que ejercían su derecho a protestar de forma pacífica. Los mismos policías que esconden sus números de placa y que están obligados a identificarse para poder ser señalados ante abusos y asi evitar que se escondan en la marea de grupo como han ido haciendo.
Por eso hablamos de leyes al servicio del poder, que dejan indefesens@s a l@s ciudadan@s y criminalizan cualquier acción de forma exacerbada y haciendo uso de una autoridad tambén al servicio del poder y no de l@s ciudadan@s, que al fin y al cabo, somos quienes pagamos su sueldo.
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